Oficialmente capilla de santa María y san Juan de Letrán, es un edificio religioso del siglo XVI, que se encuentra en la capital española. Pertenece a una época de transición entre el gótico, estilo que se aprecia en su planta y trazado, y el arte renacentista, visible en su fachada septentrional y en su decoración interior.
Se trata de tres edificios independientes que en el pasado estuvieron comunicados entre sí. La Capilla del Obispo se erige sobre el solar de una primitiva capilla, probablemente mandada construir por el rey Alfonso VIII. Fue levantada entre 1520 y 1535, para albergar los restos mortales de san Isidro Labrador. Responde a una iniciativa de Francisco de Vargas, para cuya familia, una de las más poderosas del Madrid medieval, había trabajado el santo, en el siglo XII.
El cuerpo de san Isidro permaneció en el edificio hasta 1544, año en el que el párroco de la Iglesia de san Andrés consiguió, después de numerosos pleitos, trasladarlo a su parroquia, donde estuvo depositado hasta el siglo XIX.
Los Vargas decidieron entonces convertir la capilla en su panteón familiar.En 1547, Gutierre de Vargas Carvajal encargó al escultor Francisco Giralte la realización del retablo que preside el ábside y de los dos sepulcros situados a ambos lados del presbiterio, donde reposan sus restos y los de sus padres, Francisco de Vargas e Inés de Carvajal. Los trabajos de decoración concluyeron hacia 1550.
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