Declarada Bien de Interés Cultural el 23 de febrero de 1995, es de arquitectura gótica con Retablo y sepulcros renacentistas y de exterior barroco. Después de sufrir varias remodelaciones se construye una capilla funeraria dedicada a San Isidro (XVII), obra de Pedro de la Torre, José Villarreal y Juan de Lobera.
Constituye uno de los escasos ejemplos de arquitectura gótica conservados en la ciudad, con una estructura de una sola nave dividida en tres tramos, cubierta de bóveda de crucería y ábside poligonal. El interior cuenta con un magnífico retablo de tres cuerpos y tres calles. La capilla se completa con dos retablos menores y el cenotafio del Obispo, que sigue un esquema similar al empleado años más tarde en los sepulcros de Carlos V y Felipe II del monasterio de El Escorial.
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